El dolor abdominal en niños es una de las quejas más comunes que llevan a los padres a buscar atención médica. Aunque en muchos casos el dolor puede ser benigno y autolimitado, también puede ser indicativo de condiciones más serias que requieren intervención.
Cuando un niño presenta dolor abdominal, es fundamental realizar una evaluación completa para determinar la causa subyacente. Esto puede incluir realizar un historial médico detallado, realizar un examen físico completo, y en algunos casos, realizar pruebas adicionales como análisis de sangre, pruebas de imagen como ecografías o radiografías, o pruebas especializadas para evaluar el funcionamiento del sistema digestivo.
7 causas frecuentes del dolor abdominal en niños
Las causas más frecuentes de dolor abdominal en niños pueden variar desde problemas leves hasta condiciones más serias. Algunas de las causas más comunes incluyen:
1. Gastroenteritis
Es una inflamación del tracto gastrointestinal causada generalmente por infecciones virales. Los síntomas incluyen dolor abdominal, diarrea, vómitos y, a veces, fiebre. Esta condición suele ser autolimitada y se resuelve en unos pocos días.
2. Estreñimiento
Es una causa frecuente de dolor abdominal en niños. Puede ser debido a una dieta baja en fibra, falta de ingesta de líquidos o retención voluntaria de las heces. Los niños pueden presentar dolor abdominal intermitente, distensión y, en algunos casos, sangrado rectal debido a fisuras anales.
3. Infecciones del tracto urinario (ITU)
Las infecciones del tracto urinario pueden causar dolor abdominal bajo y se asocian frecuentemente con síntomas urinarios como ardor al orinar, aumento en la frecuencia urinaria y fiebre. Es más común en niñas debido a la anatomía de su sistema urinario.
4. Apendicitis
Es una emergencia médica y se presenta con dolor abdominal inicialmente alrededor del ombligo, que luego se desplaza hacia el cuadrante inferior derecho del abdomen. Puede estar acompañado de náuseas, vómitos, fiebre y pérdida de apetito. La detección y tratamiento tempranos son cruciales para evitar complicaciones como la perforación del apéndice.
5. Intolerancia a la lactosa y alergias alimentarias
La intolerancia a la lactosa y las alergias alimentarias pueden causar dolor abdominal, diarrea y distensión abdominal después de la ingesta de ciertos alimentos. La intolerancia a la lactosa es debida a la deficiencia de la enzima lactasa, mientras que las alergias alimentarias son reacciones inmunológicas a determinados alimentos.
6. Parásitos intestinales
Los parásitos intestinales, como las lombrices y los giardias, pueden causar dolor abdominal crónico, diarrea y, a veces, pérdida de peso. La infestación parasitaria es más común en áreas con malas condiciones sanitarias y se diagnostica mediante exámenes de heces.
7. Estrés y ansiedad
El dolor abdominal funcional, sin una causa orgánica aparente, puede ser resultado de estrés y ansiedad. Los niños pueden experimentar dolor abdominal recurrente asociado a situaciones estresantes como problemas escolares, conflictos familiares o cambios importantes en su vida.
El dolor abdominal en niños puede ser un síntoma de una condición subyacente que varía desde problemas menores hasta emergencias médicas graves. Ignorar o subestimar el dolor abdominal puede llevar a retrasos en el diagnóstico y tratamiento, lo que puede resultar en complicaciones severas. Además, el dolor recurrente puede afectar significativamente la calidad de vida del niño, su rendimiento escolar y su bienestar general.
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¿Qué hacer cuando los niños presentan dolor abdominal?
Observa y registra los síntomas: es importante que los padres observen cuidadosamente los síntomas del niño y registren detalles como la localización, intensidad, duración y características del dolor.
Asegúrate de mantener una hidratación adecuada: ofrecer pequeñas cantidades de líquidos claros como agua, soluciones de rehidratación oral o caldos puede ayudar a prevenir la deshidratación.
Adopta una dieta adecuada: dependiendo de la causa del dolor abdominal, ajustar la dieta del niño puede ser beneficioso. Para el estreñimiento, aumentar la ingesta de fibra y líquidos es fundamental. En caso de intolerancias alimentarias, evitar los alimentos desencadenantes puede aliviar los síntomas.
Consulta a un profesional de la salud: si el dolor abdominal es severo, persistente o está acompañado de síntomas preocupantes como fiebre alta, vómitos persistentes, sangrado, pérdida de peso o cambios en el estado mental, es esencial buscar atención médica inmediata. Un pediatra puede realizar una evaluación exhaustiva, que puede incluir un examen físico, análisis de sangre, pruebas de orina y estudios de imagen como ultrasonidos o radiografías.
Administra medicamentos con precaución: Es fundamental evitar la automedicación en niños. Ciertos medicamentos pueden enmascarar síntomas importantes y retrasar el diagnóstico de condiciones graves.
Realizar una evaluación completa para determinar la causa subyacente del dolor abdominal es fundamental para garantizar un tratamiento adecuado. Con el cuidado apropiado y el seguimiento de las recomendaciones médicas, la mayoría de los casos de dolor abdominal en niños pueden manejarse con éxito y llevar a una recuperación completa.